Fuente. Roy Espinosa
28 sep 2019 - 00:00h. Publicado en La Prensa
La Big Data se refiere al manejo de datos que se obtienen de
distintas fuentes. Su uso ha ayudado al mejoramiento de áreas como la salud,
tecnología y mercadeo. No obstante, la disponibilidad de tanta información
personal también puede tener un lado negativo.
En palabras sencillas se puede definir la Big Data como la
recolección de grandes cantidades de información digital, que es catalogada,
analizada y que optimiza una base de datos de un sistema computacional. Esta
información puede provenir de distintos medios, entre ellos, celulares,
cámaras, micrófonos, redes sociales, y su objetivo principal es aprender de
dichos datos para mejorar servicios o influir en la toma de decisiones en
tiempo real.
“Por ejemplo la app Waze tiene acceso a la ubicación del
teléfono celular, igual que el googlemaps, entonces, por cada día que esta
aplicación se vaya aprendiendo nuestra rutina, como a qué hora salimos de la
casa, a qué hora llegamos al trabajo, si vamos al gimnasio, qué ruta tomamos,
etc, va aprendiendo hasta el punto de recomendarte la mejor ruta para tomar y
acortar el tiempo o, inclusive, hacerte recomendaciones de lugares como
restaurantes o bares cercanos”, explica Jaime Sugasty, conocedor de tecnología.
Dicho en palabras sencillas, nos referimos a la recolección
de grandes cantidades de información digital, que es catalogada, analizada y
que optimiza una base de datos de un sistema computacional.
Beneficios
La lista de beneficios que trae consigo la Big Data es
larga, ya sea mejorar la toma de decisiones, promover la retroalimentación o
contribuir a la mejora de la tecnología. “En el sector salud, por ejemplo, hay
estudios que se han facilitado gracias a Big Data, como codificación de cadenas
de ADN, se corren simulaciones para tratar de encontrar curas nuevas para
enfermedades o el mejor manejo de historiales médicos”, comenta Alfonso Mootoo,
editor del podcast Hablemos en bits.
“También puede influir en la logística en el caso del
planeamiento de una ciudad; con toda esta información que se tiene se pueden tomar
mejores decisiones acerca de cómo va a evolucionar la ciudad o en qué sectores
tienen que hacer cambios, teniendo datos de cómo se comporta el pueblo, hacia
donde se mueve, etc”, manifiesta Mootoo.
Además ha tenido un gran impacto en el mercado, ya que los
anuncios van directo al público potencial. “Las redes sociales nos conocen,
saben nuestros gustos, entonces, el anunciante puede hacer que su producto
llegue justo al público deseado”, apuntó.
Por su parte, Sugasty asegura que “esto se traduce en que el
consumidor se ve beneficiado en que cada vez va recibiendo menos spam, y le
llegan promociones que le son más relevantes”.
Contras
Si bien la publicidad y los servicios son más
personalizados, esto requiere que las compañías obtengan más de nuestra
información personal, algo que muchas veces hacen de forma legal. “Son
cláusulas que están dentro de los contratos virtuales y que casi nunca leemos,
muchas veces por la conveniencia que nos ofrece el producto y porque nos lo
ofrecen gratis. Pero lo preocupante es que no te dicen qué van hacer con esa
información”, plantea Mootoo.
“Si un hacker roba nuestros datos de alguna compañía, como
nombre, dirección, número de teléfono, etc, puede crear cuentas o identidades
falsas con estos datos, para fines que desconocemos, algunos de ellos
ilegales”, dice Sugasty.
Además, ambos especialistas comparten que este conocimiento
de datos personales puede llegar a niveles de estafa, de compañías que
conociendo la situación de vulnerabilidad de una persona se aprovechan de ello
e, inclusive, manejar la opinión pública.
Recomendaciones
Tanto Sugasty como Mootoo recomiendan que el usuario esté
más “informado sobre qué tipo de información se tiene de nosotros, más atentos
de qué tipo de permisos nos piden las aplicaciones o redes sociales”. En el
caso de no saberlo, agregó, “estar más cuidadoso con el tipo de información que
subimos a ella, como ubicación, fotos de familiares, etc”.